miércoles, 14 de noviembre de 2018

TEXTO COLECTIVO (Salar de Uyuni, Bolivia)

En esta primera fase se recogen todos los escritos e ideas del alumnado.


VIAJE AL SALAR DE UYUNI.

¡Noticias Tele 5! Vamos a contar lo que ha sucedido en Potosí.
Estábamos en la clase. El profesor dijo que nos íbamos todos de excursión. Los niños gritando de la ilusión. Al día siguiente todos los niños con el profesor nos montamos en el avión. Después cuando llegó todos salieron del avión y se pusieron en el autobús y salieron tranquilos.
Pero cuando el conductor vio una isla se fue del eje y se metió la rueda en unos de los ojos del Salar y se quedaron atracados y no podían seguir el ritmo. Los niños tenían miedo. No tenían teléfono ni nada. Salieron del autobús. Iban andando para ver si que había alguien o algún lugar dieron paseos y no había nadie. Tenían hambre. Por el día hacía un calor como el desierto y por la noche bastante frío.
Todos los niños muertos de hambre. Los profesores no podían aguantar más del calor del fío del hambre. Aunque el paisaje  fuera bonito, pero yo no sabía que pasaría eso. Sabía que iban a morir. No sabían qué hacer. Se daban cuenta de que no iban a salir de ese lugar. Y los niños con las uñas raspando la sal del suelo. Todo el día con la sal en la boca. Tenían sed, no tenían agua y murieron.
Terminamos las noticias supertristes. Pero eso es lo que pasó en realidad. Bueno mañana nos vemos otra vez en las noticias de Tele 5.     (E.S. S)
En el verano de 1970 salimos a hacer una ruta por el Salar de Bolivia.
Cogimos un avión hacia Bolivia. Después de un viaje en avión llegaron a Bolivia. Allí cogimos un  autocar y teníamos que llegar a Uyuni. Llegamos y empezamos a ir por las huellas de otros coches por donde teníamos que ir. Hasta que nos fuimos por otro lado a ver una pequeña isla. Y de repente yo iba con mi amigo y escucho ¡plas!, y se movió el autocar y todos alterados y preocupados, preguntándonos qué había pasado.
Nos dijeron que había ocurrido un fallo en la rueda del autocar y al rato se rompió. Empezamos todos a preocuparnos y a preguntarnos si íbamos a salir vivos de allí. Y se lo preguntábamos a la profesora Carmen y nos decía que no lo sabía. Y empezó a acabarse la comida y el agua. Hasta que se pasó un día y ya estaban todos llorando. Yo pensaba en mi familia y mi gente rezaba todos los días y por mí. Pero cada día teníamos fuerza y notábamos todos que íbamos a morir. Veíamos que los otros también. (F.J.G.B)
Estábamos muy contentos de ir a esa excursión. Como siempre voy a meter todo en la mochila, voy a meter un montón de cosas. Mañana es la excursión y nos vamos. Primero cogemos un avión hasta Bolivia y cuando llegamos al Salar de Uyuni, nos fuimos en autobús y vimos una casa muy grande.
Yo iba sentada con mi mejor amiga. , de repente el coche se para, parece que hemos pinchado cuando el conductor nos dice que estamos en un cráter de sal y que no podemos salir. Nos asustamos mucho. Dos chicos se fueron a buscar a alguien pero del frío por la noche del calor por la mañana y no teníamos mucha comida y nos morimos.
¡Antena 3 noticias! Unos chavales y chavalas han muerto porque el conductor se salió de las huellas de los otros conductores y han muerto. (M.M.M)
Estábamos superilusionados por salir de excursión y ver esa maravilla de paisaje y salimos del colegio, nos recogió el autobús. Íbamos con May, Carmen y Elena de profesoras.
Cuando lo vieron nos quedamos impresionados y a los días de estar en el autobús, vieron como una isla superbonita a lo lejos y nos fuimos a acercarnos. Ya cuando estábamos más cerca de la isla, la rueda del autobús se metió en un ojo y se rompió el eje y ya no se podía hacer nada.
Intentaron andar y no llegaron muy lejos. Sentíamos mucho miedo porque no sabíamos dónde estábamos, cómo salir y nadie nos veía. Yo iba con mi mejor amiga y nos lo estábamos pasando muy bien hasta que ocurrió. Estábamos llorando porque nadie nos iba a encontrar y unos días después, cuando no llegamos, la gente se empezó a dar cuenta de que habíamos desaparecido. Mandaron al ejército, a los guías y a todo lo que fuera para encontrarnos.
Y cuando ya se me acabó la esperanza de ver a mi familia, a mi hermano, a mis padres, a mi abuela, ya no había regreso, no había comida, no había nada. Intenté arrastrarme con mi mejor amiga, pero no llegamos muy lejos. No lo conseguimos. Estábamos deshidratadas y nos morimos todos. No podíamos con el calor, sin agua, sin comida, sin nada y cuando nos encontraron ya estábamos todos muertos con las uñas gastadas para ver si podíamos salir de allí, pero no. Cuando nos vieron ya era demasiado tarde. (C.F.R.)
Cuando íbamos en el autobús, todos mis amigos, los de la clase, todos ya estábamos cansados del autobús, pero ya estábamos en el Salar de Uyuni. Uno de nosotros gritó, ¡ya estamos chicos! Todos con mucha alegría en el autobús y cuando menos nos lo esperábamos, la rueda del autobús se metió en uno de los ojos del Salar.
Teníamos mucho miedo y ya no teníamos agua, ni comida y los profesores como: Indalecio, Elena, Juanjo y Carmen, nos decían: ¡No tengáis miedo porque nosotros salimos sanos y salvos! Pero yo estaba con mi mejor amigo Francisco y los dos no paramos de tiritar y de pasar hambre. Cada vez, nos sentíamos menos los pies, las uñas las teníamos muy largas. Nos sentíamos muy mal porque nos dolía la cabeza, barriga y teníamos todo el cuerpo con heridas. Ya sólo quedaban algunos niños y niñas, ya estaban casi falleciendo. Y yo y Fran tiramos la toalla porque no podíamos ni caminar ni nada. Ya todo el mundo tirado en el suelo y mal que nos sentíamos queríamos que todo pasara. Empezábamos a arrastrarnos con las uñas, pero no pudimos y fallecimos. Nos sentimos muy mal porque ver mis compañeros fallecer es muy mal.
(P.L.F)
En el verano de 1970 mi clase y yo íbamos a ir de excursión al Salar de Uyuni. Quedaban dos días para irnos y todos estábamos nerviosos el día antes de irme a Potosí al Salar de Uyuni. Cuando esa mañana a las ocho y media salí de mi casa, iba nervioso, pero lo peor estaba por llegar.
Cuando íbamos en la mitad del camino yo me puse más contento mientras iba hablando con mi mejor amiga. De momento sentimos una sensación muy extraña al autobús escolar donde los 20 de mi clase íbamos junto a mi profesora y mi profesor de apoyo por las tardes iba con él. El autobús se puso a chillar y a llorar todo el mundo. Fue toda una angustia el verse así, en ese momento, en el que  no había teléfonos, ni nada en esa época todo fue muchísimo el miedo el que se pasó. Todo el mundo tenía quemaduras en la piel y estaba llorando gritando y asfixiado.
Toda esa situación fue muy complicada. Todo esto ocurrió en un verano de los años 70. Esperamos que esto ya no pase más. Entiendo la situación que debieron de pasar. Esperemos que esto ya no pase nunca más. (P.M.P)
El año 1979. Mi clase íbamos de excursión al Salar de Uyuni. Teníamos muchísima ilusión. Al día siguiente estábamos montando en el autobús con Javier. Era un paisaje inmenso, estábamos impacientes por llegar al sitio.
Cuando de repente el autobús se salió del camino de ruedas y cayó en el ojo del… (J.G.)
Hoy vamos al Salar de Bolivia, tengo muchas ganas de llegar con mis amigos y el profesor de sociales.
Entramos al autobús y me pongo de pareja con Gamero. Arranca el autobús y esto es impresionante de grande. Mi compañero me dice que esto está todo de sal, pero al principio no me lo creía. Yo estaba alucinado y me parecía raro que no se partiese la sal y caernos al agua.
De repente se escucha al profesor un poco alterado y empezamos todos a sentir un poco de pánico. De repente el profesor dice que nos hemos perdido y decidimos ir a una isla que se ve a lo lejos.
Mi compañero me cuenta muchas cosas del Salar y me que do más impresionado. De repente al autobús le ha pasado algo. Hay unos cuantos con sangre del impacto. Cuando bajamos vemos que la rueda se ha metido en un agujero. El conductor estaba medio muerto al chocar con el cristal.
Paco dijo: ¡No hay nada que hacer, vamos a morir todos! Ahí a todos les dio mucho pánico. Llevábamos una cantimplora cada uno y a algunos se les acabó el agua en la primera noche. Al despertarnos nos encontramos con tres muertos y todos estábamos muy tristes. Al terminar la noche, el profesor ha muerto de una insolación. Hemos tirado la toalla. Sabemos que vamos a morir todos.
Al segundo día quedamos 10 niños y se ha acabado el agua y decidimos andar a ver si hay suerte. Me acuerdo de mi familia y empiezo a llorar. De repente se empiezan a desmayarse y decidimos mi compañero Gamero y Paco seguir solos por la noche. No podemos más. Nos caemos. Intentamos arrastrarnos pero empiezo a desmayarme. Sabía que iba a morir al instante y me acordé de mi familia. (D.S.H)
Una clase de 1º A decidieron ir al Salar de Bolivia porque su tutora Carmen, les enseñó muchas fotos de aquello. Llevaron mucha agua y comida. Cuando fueron iban por el avión hasta llegar a Bolivia. Allí fuimos al Salar en autobús.
Era todo muy bonito pero por un momento dejó de serlo. El chófer del autobús dijo que nos desviáramos a ver otro lado que nadie lo haya visto. Una de las veces vimos un ojo, pero lo esquivó. El segundo la rueda se metió dentro del ojo. Todos mirando al chófer. Y dijo, ¡salir!, pero ya no había marcha atrás. Todos intentando salir del autobús. Nadie podía salir. La primera noche todos sentíamos fuego por el cuerpo de la sal. La segunda ya no pudimos hacer nada. Fallecimos todos, desgarrados y pensando en nuestra familia. (A.B.G)

Vamos descartando las ideas o párrafos que se repiten.



VIAJE AL SALAR DE UYUNI 2.

Vamos a contar lo que ha sucedido en Potosí.
Estábamos en la clase. El profesor dijo que nos íbamos todos de excursión. Al día siguiente todos los niños con el profesor nos montamos en el avión.
Pero cuando el conductor vio una isla se fue del eje y se metió la rueda en unos de los ojos del Salar y se quedaron atracados y no podían seguir el ritmo. No tenían teléfono ni nada. Salieron del autobús. Iban andando para ver si que había alguien o algún lugar dieron paseos y no había nadie. Tenían hambre. Por el día hacía un calor como el desierto y por la noche bastante frío.
Todos los niños muertos de hambre. Los profesores no podían aguantar más del calor del fío del hambre. Aunque el paisaje  fuera bonito, pero yo no sabía que pasaría eso. Sabía que iban a morir. No sabían qué hacer. Se daban cuenta de que no iban a salir de ese lugar. Y los niños con las uñas raspando la sal del suelo. Todo el día con la sal en la boca. Tenían sed, no tenían agua y murieron.
Terminamos las noticias supertristes. Pero eso es lo que pasó en realidad. Bueno mañana nos vemos otra vez en las noticias de.     (E.S. S)
En el verano de 1970 salimos a hacer una ruta por el Salar de Bolivia.
Allí cogimos un  autocar y teníamos que llegar a Uyuni. Llegamos y empezamos a ir por las huellas de otros coches por donde teníamos que ir. Hasta que nos fuimos por otro lado a ver una pequeña isla. Y de repente yo iba con mi amigo y escucho ¡plas!, y se movió el autocar y todos alterados y preocupados, preguntándonos qué había pasado.
Empezamos todos a preocuparnos y a preguntarnos si íbamos a salir vivos de allí. Y se lo preguntábamos a la profesora Carmen y nos decía que no lo sabía. Y empezó a acabarse la comida y el agua. Hasta que se pasó un día y ya estaban todos llorando. Yo pensaba en mi familia y mi gente rezaba todos los días y por mí. Pero cada día teníamos menos fuerzas y notábamos todos que íbamos a morir. Veíamos que los otros también. (F.J.G.B)
Estábamos muy contentos de ir a esa excursión. Como siempre voy a meter todo en la mochila, voy a meter un montón de cosas. Mañana es la excursión y nos vamos. Vimos una casa muy grande.
Yo iba sentada con mi mejor amiga. , de repente el coche se para, el conductor nos dice que estamos y que no podemos salir. Nos asustamos mucho. Dos chicos se fueron a buscar a alguien.
¡Antena 3 noticias! Unos chavales y chavalas han muerto porque el conductor se salió de las huellas de los otros conductores y han muerto. (M.M.M)
Estábamos superilusionados por salir de excursión y ver esa maravilla de paisaje y salimos del colegio, nos recogió el autobús. Íbamos con May, y Elena de profesoras.
Cuando lo vieron nos quedamos impresionados y a los días de estar en el autobús, y ya no se podía hacer nada.
Intentaron andar y no llegaron muy lejos. Sentíamos mucho miedo porque no sabíamos dónde estábamos, cómo salir y nadie nos veía. Yo iba con mi mejor amiga y nos lo estábamos pasando muy bien hasta que ocurrió. Estábamos llorando porque nadie nos iba a encontrar y unos días después, cuando no llegamos, la gente se empezó a dar cuenta de que habíamos desaparecido. Mandaron al ejército, a los guías y a todo lo que fuera para encontrarnos.
Y cuando ya se me acabó la esperanza de ver a mi familia, a mi hermano, a mis padres, a mi abuela, ya no había regreso, no había nada. Intenté arrastrarme con mi mejor amiga, pero no llegamos muy lejos. No lo conseguimos. Estábamos deshidratadas, con las uñas gastadas para ver si podíamos salir de allí, pero no. Cuando nos vieron ya era demasiado tarde. (C.F.R.)
Cansados del autobús. Uno de nosotros gritó, ¡ya estamos chicos!
Los profesores como: Indalecio, Elena, Juanjo, nos decían: ¡No tengáis miedo porque nosotros salimos sanos y salvos! Pero yo estaba con mi mejor amigo Francisco y los dos no paramos de tiritar y de pasar hambre. Cada vez, nos sentíamos menos los pies. Nos sentíamos muy mal porque nos dolía la cabeza, barriga y teníamos todo el cuerpo con heridas. Ya sólo quedaban algunos niños y niñas, ya estaban casi falleciendo. Y yo y Fran tiramos la toalla. Ya todo el mundo tirado en el suelo y mal que nos sentíamos queríamos que todo pasara. Nos sentimos muy mal porque ver mis compañeros fallecer es muy mal.
(P.L.F)
Quedaban dos días para irnos y todos estábamos nerviosos. Cuando esa mañana a las ocho y media salí de mi casa, iba nervioso, pero lo peor estaba por llegar.
El autobús se puso a chillar y a llorar todo el mundo. Fue toda una angustia el verse así, en ese momento, en el que  no había teléfonos, ni nada en esa época. Todo el mundo tenía quemaduras en la piel y estaba llorando gritando y asfixiado.
Toda esa situación fue muy complicada. Esperamos que esto ya no pase más. Entiendo la situación que debieron de pasar. (P.M.P)
Con Javier. Era un paisaje inmenso, estábamos impacientes por llegar al sitio.
(J.G.)
El profesor de sociales.
Entramos al autobús y me pongo de pareja con Gamero. Mi compañero me dice que esto está todo de sal, pero al principio no me lo creía. Yo estaba alucinado y me parecía raro que no se partiese la sal y caernos al agua.
De repente se escucha al profesor un poco alterado. De repente el profesor dice que nos hemos perdido.
Mi compañero me cuenta muchas cosas del Salar y me que do más impresionado. Hay unos cuantos con sangre del impacto. El conductor estaba medio muerto al chocar con el cristal.
Paco dijo: ¡No hay nada que hacer, vamos a morir todos! Llevábamos una cantimplora cada uno y a algunos se les acabó el agua en la primera noche. Al despertarnos nos encontramos con tres muertos y todos estábamos muy tristes. Al terminar la noche, el profesor ha muerto de una insolación. Sabemos que vamos a morir todos.
Al segundo día quedamos 10 niños. No podemos más. Nos caemos. Intentamos arrastrarnos pero empiezo a desmayarme. (D.S.H)
Les enseñó muchas fotos de aquello. Llevaron mucha agua y comida.
Era todo muy bonito pero por un momento dejó de serlo. El chófer del autobús dijo que nos desviáramos a ver otro lado que nadie haya visto. Una de las veces vimos un ojo del Salar, pero lo esquivó. Y dijo, ¡salir!, pero ya no había marcha atrás. Todos intentando salir del autobús. Nadie podía salir. La primera noche todos sentíamos fuego por el cuerpo de la sal. La segunda ya no pudimos hacer nada. Fallecimos todos, desgarrados y pensando en nuestra familia. (A.B.G)

Agrupamos las ideas por temas e introducimos algunos que creemos conveniente para estructurar mejor el texto.

VIAJE AL SALAR DE UYUNI 3.

NOTICIAS:
Vamos a contar lo que ha sucedido en Potosí. Terminamos las noticias supertristes. Pero eso es lo que pasó en realidad. Bueno mañana nos vemos otra vez en las noticias de. ¡Antena 3 noticias! Unos chavales y chavalas han muerto porque el conductor se salió de las huellas de los otros conductores y han muerto. Toda esa situación fue muy complicada. Esperamos que esto ya no pase más. Entiendo la situación que debieron de pasar.
PREPARATIVOS:
Estábamos en la clase. El profesor dijo que nos íbamos todos de excursión. Estábamos muy contentos de ir a esa excursión. Como siempre voy a meter todo en la mochila, voy a meter un montón de cosas. Mañana es la excursión y nos vamos. Estábamos superilusionados por salir de excursión,  salimos del colegio, nos recogió el autobús. Íbamos con May, y Elena de profesoras. Quedaban dos días para irnos y todos estábamos nerviosos. Cuando esa mañana a las ocho y media salí de mi casa, iba nervioso, pero lo peor estaba por llegar. Estábamos impacientes por llegar al sitio. El profesor de sociales. Les enseñó muchas fotos de aquello. Llevaron mucha agua y comida.
VIAJE:
Al día siguiente todos los niños con el profesor nos montamos en el avión. En el verano de 1970 salimos a hacer una ruta por el Salar de Bolivia.
Aeropuerto: no atendía, avión retrasado, sev-mad-bol-La paz, roban, detector de metales, olvido mochila, turbulencias, presión-oídos-mareos, nubes, comida del avión.
LLEGADA AL SALAR:
AUTOBÚS-SALAR:
Allí cogimos un  autocar y teníamos que llegar a Uyuni. Cansados del autobús. Uno de nosotros gritó, ¡ya estamos chicos!
PAISAJE:
Pero cuando el conductor vio una isla. Aunque el paisaje  fuera bonito, pero yo no sabía que pasaría eso. Llegamos y empezamos a ir por las huellas de otros coches por donde teníamos que ir. Hasta que nos fuimos por otro lado a ver una pequeña isla. Vimos una casa muy grande. y ver esa maravilla de paisaje. Cuando lo vieron nos quedamos impresionados. Era un paisaje inmenso. Entramos al autobús y me pongo de pareja con Gamero. Mi compañero me dice que esto está todo de sal, pero al principio no me lo creía. Yo estaba alucinado y me parecía raro que no se partiese la sal y caernos al agua. Mi compañero me cuenta muchas cosas del Salar y me quedo más impresionado. Era todo muy bonito pero por un momento dejó de serlo. El chófer del autobús dijo que nos desviáramos a ver otro lado que nadie haya visto. Una de las veces vimos un ojo del Salar, pero lo esquivó.

ACCIDENTE:
Se fue del eje y se metió la rueda en unos de los ojos del Salar y se quedaron atracados y no podían seguir el ritmo. Y de repente yo iba con mi amigo y escucho ¡plas!, y se movió el autocar y todos alterados y preocupados, preguntándonos qué había pasado. Yo iba sentada con mi mejor amiga. , de repente el coche se para, el conductor nos dice que estamos y que no podemos salir. Nos asustamos mucho. Yo iba con mi mejor amiga y nos lo estábamos pasando muy bien hasta que ocurrió. El autobús se puso a chillar y a llorar todo el mundo. Fue toda una angustia el verse así, en ese momento, en el que  no había teléfonos, ni nada en esa época. De repente se escucha al profesor un poco alterado. De repente el profesor dice que nos hemos perdido. Hay unos cuantos con sangre del impacto. El conductor estaba medio muerto al chocar con el cristal. Y dijo, ¡salir!, pero ya no había marcha atrás. Todos intentando salir del autobús. Nadie podía salir.
RECURSOS:
Y empezó a acabarse la comida y el agua. Llevábamos una cantimplora cada uno y a algunos se les acabó el agua en la primera noche. Tenían sed, no tenían agua.
SUPERVIVENCIA:
No tenían teléfono ni nada. Salieron del autobús. Iban andando para ver si que había alguien o algún lugar dieron paseos y no había nadie. Tenían hambre. Por el día hacía un calor como el desierto y por la noche bastante frío. Todos los niños muertos de hambre. Los profesores no podían aguantar más del calor del frío del hambre. Sabía que iban a morir. No sabían qué hacer. Se daban cuenta de que no iban a salir de ese lugar. Y los niños con las uñas raspando la sal del suelo. Todo el día con la sal en la boca. Empezamos todos a preocuparnos y a preguntarnos si íbamos a salir vivos de allí. Y se lo preguntábamos a la profesora Carmen y nos decía que no lo sabía. Dos chicos se fueron a buscar a alguien. a los días de estar en el autobús, y ya no se podía hacer nada. Intentaron andar y no llegaron muy lejos. Sentíamos mucho miedo porque no sabíamos dónde estábamos, cómo salir y nadie nos veía. Estábamos llorando porque nadie nos iba a encontrar y unos días después, cuando no llegamos, la gente se empezó a dar cuenta de que habíamos desaparecido. Mandaron al ejército, a los guías y a todo lo que fuera para encontrarnos. Y cuando ya se me acabó la esperanza de ver a mi familia, a mi hermano, a mis padres, a mi abuela, ya no había regreso, no había nada. Intenté arrastrarme con mi mejor amiga, pero no llegamos muy lejos. No lo conseguimos. Estábamos deshidratadas, con las uñas gastadas para ver si podíamos salir de allí, pero no. Los profesores como: Indalecio, Elena, Juanjo, nos decían: ¡No tengáis miedo porque nosotros salimos sanos y salvos! Pero yo estaba con mi mejor amigo Francisco y los dos no paramos de tiritar y de pasar hambre. Cada vez, nos sentíamos menos los pies. Nos sentíamos muy mal porque nos dolía la cabeza, barriga y teníamos todo el cuerpo con heridas. Todo el mundo tenía quemaduras en la piel y estaba llorando gritando y asfixiado.  Paco dijo: ¡No hay nada que hacer, vamos a morir todos! Al segundo día quedamos 10 niños. No podemos más. Nos caemos. Intentamos arrastrarnos pero empiezo a desmayarme. . La primera noche todos sentíamos fuego por el cuerpo de la sal. La segunda ya no pudimos hacer nada.


MUERTE:
Tenían sed, no tenían agua y murieron. Hasta que se pasó un día y ya estaban todos llorando. Yo pensaba en mi familia y mi gente rezaba todos los días y por mí. Pero cada día teníamos menos fuerzas y notábamos todos que íbamos a morir. Veíamos que los otros también. Cuando nos vieron ya era demasiado tarde. Ya sólo quedaban algunos niños y niñas, ya estaban casi falleciendo. Y yo y Fran tiramos la toalla. Ya todo el mundo tirado en el suelo y mal que nos sentíamos queríamos que todo pasara. Nos sentimos muy mal porque ver mis compañeros fallecer es muy mal. Al despertarnos nos encontramos con tres muertos y todos estábamos muy tristes. Al terminar la noche, el profesor ha muerto de una insolación. Sabemos que vamos a morir todos. Fallecimos todos, desgarrados y pensando en nuestra familia.

Sólo algunos retoques más y casi terminado. Se revisa la expresión, se embellece, se enriquece con recursos literarios, se sigue puliendo el lenguaje.

VIAJE AL SALAR DE UYUNI 4.
NOTICIAS:
Vamos a contar lo que ha sucedido en Potosí. ! Unos chavales y chavalas han muerto porque el conductor se salió de las huellas de los otros conductores. Pero eso es lo que pasó en realidad. Toda esa situación fue muy complicada. Esperamos que esto ya no pase más. Entendemos la situación que debieron de pasar. Bueno mañana nos vemos otra vez en las noticias de. ¡Antena 3 noticias! Terminamos las noticias supertristes.
PREPARATIVOS:
Quedaban dos días para irnos y todos estábamos nerviosos. Estábamos en la clase. El profesor dijo que nos íbamos todos de excursión. Como siempre voy a meter todo en la mochila. Mañana es la excursión y nos vamos. Salimos del colegio, nos recogió el autobús. Íbamos con May, y Elena de profesoras. Cuando esa mañana a las ocho y media salí de mi casa, iba nervioso. Estábamos impacientes por llegar al sitio. El profesor de sociales. Les enseñó muchas fotos de aquello. Llevaron mucha agua y comida.
VIAJE:
En el verano de 1970 salimos a hacer una ruta por el Salar de Bolivia. Al día siguiente todos los niños con el profesor nos montamos en el avión.
Aeropuerto: no atendía, avión retrasado, sev-mad-bol-La paz, roban, detector de metales, olvido mochila, turbulencias, presión-oídos-mareos, nubes, comida del avión.
LLEGADA AL SALAR: Llegamos al Salar, descargamos las maletas y nos fuimos al hotel.
AUTOBÚS-SALAR:
Allí cogimos un  autocar y teníamos que llegar a Uyuni. Uno de nosotros gritó, ¡ya estamos chicos!
PAISAJE:
Pero cuando el conductor vio una isla. Aunque el paisaje  fuera bonito, pero yo no sabía que pasaría eso. Llegamos y empezamos a ir por las huellas de otros coches por donde teníamos que ir. Y ver esa maravilla de paisaje. Cuando lo vieron nos quedamos impresionados. Entramos al autobús y me pongo de pareja con Gamero. Mi compañero me dice que esto está todo de sal, pero al principio no me lo creía. Yo estaba alucinado y me parecía raro que no se partiese la sal y caernos al agua. Mi compañero me cuenta muchas cosas del Salar y me quedo más impresionado. Era todo muy bonito pero por un momento dejó de serlo. El chófer del autobús dijo que nos desviáramos a ver otro lado que nadie haya visto. Una de las veces vimos un ojo del Salar, pero lo esquivó.
ACCIDENTE:
Se fue del eje y se metió la rueda en unos de los ojos del Salar y se quedaron atracados y no podían seguir el ritmo. Y de repente yo iba con mi amigo y escucho ¡plas!, y se movió el autocar y todos alterados y preocupados, preguntándonos qué había pasado. Yo iba sentada, de repente se para, el conductor nos dice que estamos y que no podemos salir. Nos asustamos mucho. Yo iba con mi mejor amiga y nos lo estábamos pasando muy bien hasta que ocurrió. El autobús se puso a chillar y a llorar todo el mundo. Fue toda una angustia el verse así, en ese momento, en el que  no había teléfonos, ni nada en esa época. De repente se escucha al profesor un poco alterado. De repente el profesor dice que nos hemos perdido. Hay unos cuantos con sangre del impacto. El conductor estaba medio muerto al chocar con el cristal. Y dijo, ¡salir!, pero ya no había marcha atrás. Todos intentando salir del autobús. Nadie podía salir.
RECURSOS:
Y empezó a acabarse la comida y el agua. Llevábamos una cantimplora cada uno y a algunos se les acabó el agua en la primera noche.
SUPERVIVENCIA:
Dos chicos se fueron a buscar a alguien. a los días de estar en el autobús, y ya no se podía hacer nada. Intentaron andar y no llegaron muy lejos. Sentíamos mucho miedo porque no sabíamos dónde estábamos, cómo salir y nadie nos veía. Estábamos llorando porque nadie nos iba a encontrar y unos días después, cuando no llegamos, la gente se empezó a dar cuenta de que habíamos desaparecido. Algún lugar, dieron paseos y no había nadie. Por el día hacía calor como en el desierto y por la noche bastante frío. Todos los niños muertos de hambre. Los profesores no podían aguantar más el calor, el frío y el hambre. Sabían que iban a morir. No sabían qué hacer. Se daban cuenta de que no iban a salir de ese lugar. Y los niños con las uñas raspando la sal del suelo. Todo el día con la sal en la boca. Empezamos todos a preocuparnos y a preguntarnos si íbamos a salir vivos de allí. Y se lo preguntábamos a la profesora Carmen y nos decía que no lo sabía. Mandaron al ejército, a los guías y a todo lo que fuera para encontrarnos. No lo conseguimos. Estábamos deshidratados. La profesora nos decía: ¡No tengáis miedo porque nosotros salimos sanos y salvos! No paramos de tiritar y de pasar hambre. Sentíamos menos los pies. Nos sentíamos muy mal porque nos dolía la cabeza, la barriga y teníamos todo el cuerpo con heridas. Todo el mundo tenía quemaduras en la piel y estaba llorando gritando y asfixiado.  Alguien dijo: ¡No hay nada que hacer, vamos a morir todos! Al segundo día quedamos 10 niños. No podemos más. Nos caemos. Intentamos arrastrarnos nos desmayamos. La primera noche todos sentíamos fuego en el cuerpo por la sal. La segunda ya no pudimos hacer nada. Y cuando ya se acabó la esperanza de ver a la familia, ya no había regreso, no había nada.
MUERTE:
Tenían sed, no tenían agua y murieron. Hasta que se pasó un día y ya estaban todos llorando. Mi gente rezaba todos los días  por mí. Pero cada día teníamos menos fuerzas y notábamos todos que íbamos a morir. Veíamos que los otros también. Cuando nos vieron ya era demasiado tarde. Ya sólo quedaban algunos niños y niñas, ya estaban casi falleciendo. Tiramos la toalla. Nos sentíamos mal y por ver  a nuestros compañeros fallecer, queríamos que todo pasara. Al despertarnos nos encontramos con tres muertos y todos estábamos muy tristes. Al terminar la noche, el profesor ha muerto de una insolación. Sabemos que vamos a morir todos. Fallecimos todos, desgarrados.

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