jueves, 22 de noviembre de 2018

Semana 4, Reto 6. Tarea 1: Acciones para mejorar la empatía.



Quisiera proponer estas acciones tanto para el alumnado, como para mí:
    a)       Hay una alumna que lleva varios días sin venir, ayer se acercó su padre y me comentó que la habían ingresado por una gastroenteritis. Los días anteriores le pregunté a sus compañeros si sabían algo de ella y nadie me respondió.
Me gustaría que se pusiesen en su lugar, que reflexionen y al final le escribamos una serie de frases de ánimo, para que se sienta acompañada.
     b)      Mis alumnos están dispuestos en grupos de trabajo cooperativo, y alguna vez se producen roces. Necesito que se pongan en el lugar de la persona que habla, que es más movida, nerviosa, del que le cuesta más trabajo, para que comprendan la razón de su forma de actuar.
     c)       Intentaré practicar estas acciones en mi día a día: No prejuzgar, no pensar que tengo el poder de saber de lo que se está hablando, pensar que cada día puede ser nuevo y que las actitudes pueden cambiar, tener esperanza y no venirme abajo. Comprender las distintas situaciones personales.
    d)      Acercarme como un igual y que me vean como tal. Muchas veces cuando uno tiene un cargo, le sale el ser sobreprotector, ocuparse de asuntos que no le competen, intentar comunicar desde la cercanía pero no lo consigue por el cartel que lleva puesto.

REFLEXIÓN:
     a)       Hoy he comenzado la actividad con esta pregunta, ¿si estuvieseis en el hospital, os gustaría recibir un mensaje de vuestros compañeros? ¿qué te gustaría que pusiese? Les he dado una tarjeta, han escrito su mensaje, lo han decorado, le hemos dado los últimos retoques para que estuviese bien. Todos han coincidido en que les ha gustado la dinámica. Cuando les he contado que su compañera estaba ingresada, pero por nada grave, aún le han puesto más interés y han salido nuevas propuestas. También les he dicho que en cualquier momento y a cualquier persona, le pueden mandar un mensaje de ánimo.
      b)       Hemos reflexionado en grupo y han salido cositas bastante interesantes. Lo primero, "no me gustaría que me pasase a mí", "no sabía que se portaba así por esta razón", "ahora ya sé que no hay que meterle prisa, ni presión", "comprendo que hay veces que se agobie y se enfade un poco", "tendré más paciencia".

     c)       Además de lo que me propuse, he visitado por la mañana a gente que, por cuestiones de trabajo, no nos solemos encontrar. El primer día les di un abrazo, hoy les he dicho que he vuelto “porque me hicisteis sentir bien, me gustaron los abrazos”, a ellos les ha pasado igual. Cuando uno observa desde la claridad, se siente más libre, descargado y feliz. Cuando se acerca desde el “yo no lo sé todo”.       
     d)      Hay más libertad en las comunicaciones, sin el agobio del “qué dirán” o “qué pensarán”, que uno se ha hecho en su cabeza y que ni siquiera existe. Somos capaces de alejarnos sólo por la expresión facial que tiene una persona, y ni siquiera sabemos su origen. Estoy intentando profundizar en las causas.













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