viernes, 30 de noviembre de 2018

Semana 5, tarea 3: Valora de nuevo tus habilidades #EduEmocionalMooc



Bueno, así comencé mi andadura por este nuevo curso del INTEF:

Hola, hola, holaaaaa...¡qué falta hace la escucha activa!, cada día que entro en clase me doy cuenta más. Entre los alumnos, de alumnado a profesorado y viceversa, entre los compañeros, con las familias. Primero escuchar y luego que sea activa. Lo que cuesta que te escuchen. Y sí, lo habréis escuchado mucho, pero es que todas las habilidades están muy relacionadas. ¡Ehhhhh!, ¿hay alguien ahí?, jejejejeje.
Un saludo, compis de grupo.

Hoy, cuando me dispongo a cerrar este espacio de aprendizaje y a abrir el que cada día me encuentro en el aula, y a tenor de los resultados de las dos evaluaciones. Sólo me queda daros las gracias, por hacerme más consciente de mis posibilidades como ser afectivo, que puede llegar a cambiar parte de su entorno, mediante sencillas habilidades que se pueden trabajar en cada momento. Recuperar la esperanza en que se puede transformar este mundo, comenzando por hacer una escuela que sociabiliza y que educa para la vida. Gracias por hacer que me dé de bruces con mi realidad, que duele porque nos hace sentir incómodos, y ayudarme a escucharme a mí mismo, con paciencia, sin juicios y tomándome tiempo para actuar.

Gracias por hacer de mi escuela un espacio más agradable para la vida.



Semana 5, tarea 2: Acciones para mejorar la escucha activa #EduEmocionalMooc




Tarea 2: Acciones para mejorar la escucha activa.

Semana 1:

Me voy a proponer, ya lo estoy haciendo: 

el pararme antes de contestar a la otra persona,
pensar lo que está diciendo si hacer tipos de juicio o pensar qué le voy a decir (hay veces que conforme habla, ya estoy pensando en lo que voy a decirle y no escucho el resto de su mensaje),
mantener un contacto visual sincero y certero,
contar y pausarme, antes de contestar.


EVALUACIÓN: Me estoy conteniendo al responder, a veces, se crea un pequeño silencio antes de contestar que es muy curioso; ya no tengo que disculparme tantas veces por haber cortado a la otra persona; se construye, en vez de “se conquista”; miro y me hago más partícipe de lo que dice y el cómo lo dice.


Semana 2:

Quiero que mis alumnos también practiquen la escucha empática. Los agruparé de tres en tres. Dos comenzarán una conversación y habrá una tercera observando la situación. La tercera persona, podrá contarnos en qué se han equivocado los que estaban conversando, si no lo saben, le preguntaré al resto de la clase. Trabajaremos el mirarse, argumentar, lenguaje gestual, no cortar al otro, dar importancia a lo que se dice, asentir, respetar los turnos, parafrasear, hacer preguntas abiertas, etc.


EVALUACIÓN: Mediante la observación directa, iré anotando y enumerando, las veces que emplean estas técnicas. Quizás en cada grupo haya un encargado de hacerlo, tanto las buenas prácticas, como en lo que hay que seguir mejorando.


Semana 3:

Acercarme a alguien que no conozco muy bien, charlar, empatizar…

EVALUACIÓN: Preguntarle cuál ha sido su impresión de nuestra charla. Intentar charlar más veces y notar y anotar sus reacciones.

Semana 5, Tarea 1: Decálogo de comunicación empática.




jueves, 22 de noviembre de 2018

Semana 4, tarea 2: Reflexión a partir de una metáfora.




MAESTROS – AGRICULTORES

"Si desde su más tierna infancia el niño en imbuido en la piedad y las letras hay que esperar un feliz transcurso de toda su vida” - San José de Calasanz

Me encanta la reflexión de Thich Nhat Hanh.
Me falta paciencia, siempre quiero arreglar las cosas en el momento, hay que dejarlas reposar. Esta sociedad nos lleva a la inmediatez, a las prisas, al no reflexionar, a poner el punto de mira en el otro y no en nosotros mismos. Nos descentramos de nuestra tarea, olvidamos los valores de toda la vida, exigimos porque nos exigen, a veces nos sentimos acorralados por las circunstancias, nos dan ganas de “parar este mundo, que yo me bajo”, nos sentimos solos, siempre se ha dicho que “lo último es echarse las culpas a uno mismo”.…

…y en este oleaje de impersonalidad, nos olvidamos de vivir, de sentir, de reencontrarnos con nuestro yo, de escuchar, de ponernos en su lugar, de mirar desde el corazón y de ver al ritmo de los latidos. A veces me falta humildad, para aceptar que soy yo el que falla, que necesito mejorar y seguir innovando, que cada día igual, resulta tedioso…

ME HACE FALTA HACERME NIÑO, SENTARME EN UN PUPITRE


Y DEJARME ENSEÑAR POR ELLOS. ASÍ CONOCERÉ Y CAMBIARÉ.




Semana 4, Reto 6. Tarea 1: Acciones para mejorar la empatía.



Quisiera proponer estas acciones tanto para el alumnado, como para mí:
    a)       Hay una alumna que lleva varios días sin venir, ayer se acercó su padre y me comentó que la habían ingresado por una gastroenteritis. Los días anteriores le pregunté a sus compañeros si sabían algo de ella y nadie me respondió.
Me gustaría que se pusiesen en su lugar, que reflexionen y al final le escribamos una serie de frases de ánimo, para que se sienta acompañada.
     b)      Mis alumnos están dispuestos en grupos de trabajo cooperativo, y alguna vez se producen roces. Necesito que se pongan en el lugar de la persona que habla, que es más movida, nerviosa, del que le cuesta más trabajo, para que comprendan la razón de su forma de actuar.
     c)       Intentaré practicar estas acciones en mi día a día: No prejuzgar, no pensar que tengo el poder de saber de lo que se está hablando, pensar que cada día puede ser nuevo y que las actitudes pueden cambiar, tener esperanza y no venirme abajo. Comprender las distintas situaciones personales.
    d)      Acercarme como un igual y que me vean como tal. Muchas veces cuando uno tiene un cargo, le sale el ser sobreprotector, ocuparse de asuntos que no le competen, intentar comunicar desde la cercanía pero no lo consigue por el cartel que lleva puesto.

REFLEXIÓN:
     a)       Hoy he comenzado la actividad con esta pregunta, ¿si estuvieseis en el hospital, os gustaría recibir un mensaje de vuestros compañeros? ¿qué te gustaría que pusiese? Les he dado una tarjeta, han escrito su mensaje, lo han decorado, le hemos dado los últimos retoques para que estuviese bien. Todos han coincidido en que les ha gustado la dinámica. Cuando les he contado que su compañera estaba ingresada, pero por nada grave, aún le han puesto más interés y han salido nuevas propuestas. También les he dicho que en cualquier momento y a cualquier persona, le pueden mandar un mensaje de ánimo.
      b)       Hemos reflexionado en grupo y han salido cositas bastante interesantes. Lo primero, "no me gustaría que me pasase a mí", "no sabía que se portaba así por esta razón", "ahora ya sé que no hay que meterle prisa, ni presión", "comprendo que hay veces que se agobie y se enfade un poco", "tendré más paciencia".

     c)       Además de lo que me propuse, he visitado por la mañana a gente que, por cuestiones de trabajo, no nos solemos encontrar. El primer día les di un abrazo, hoy les he dicho que he vuelto “porque me hicisteis sentir bien, me gustaron los abrazos”, a ellos les ha pasado igual. Cuando uno observa desde la claridad, se siente más libre, descargado y feliz. Cuando se acerca desde el “yo no lo sé todo”.       
     d)      Hay más libertad en las comunicaciones, sin el agobio del “qué dirán” o “qué pensarán”, que uno se ha hecho en su cabeza y que ni siquiera existe. Somos capaces de alejarnos sólo por la expresión facial que tiene una persona, y ni siquiera sabemos su origen. Estoy intentando profundizar en las causas.













domingo, 18 de noviembre de 2018

Reto 5: El antes y el después. #EduEmocionalMooc


http://artefactosdigitales.com/listado-de-artefactos/

EVALUACIÓN P2P - Reto 4, UNIDAD 3: ADAPTABILIDAD Y OPTIMISMO. #EduEmocionalMooc


ADAPTABILIDAD:
                Ya comenzado el curso y, a raíz de que una compañera les hizo un regalo, pude comprobar que en mi curso de 4º de Primaria, había alumnos que no conocían el nombre de otros. Me quedé bastante impresionado ya que llevaban juntos un año entero.
                En la tutoría me he propuesto hacer dinámicas de conocimiento para que se relacionen más. El otro día jugamos a contarnos en dos minutos, lo que me gustaría que el otro supiese de mí y que nunca le he contado, o sencillamente a presentarse. También estuvimos haciendo un juego de contacto: dos círculos uno exterior y otro interior, si doy una palmada, el de atrás se coloca delante; si digo uno, se sube a caballito; si digo dos, el de atrás pasa por debajo de las piernas del que tiene delante, etc, etc.
                Me tuve que adaptar a un grupo que casi no tiene relaciones, donde hay muchos grupos y muy pequeños. Sé que son de 4º, pero es bueno que trabajen la inteligencia emocional.
                Evaluación: Al terminar el juego de las presentaciones, muchos me dijeron que habían conocido hobbies de sus compañeros que no sabían, películas, mascotas…y que, lo más importante, hoy habían hablado y escuchado a gente que habitualmente no son de su círculo. Algunos han seguido jugando en el recreo.





OPTIMISMO:
                Se afronta con optimismo el cambio hacia las nuevas tecnologías y el dar paso a la innovación en el aula.
                Le expliqué a mi alumnado cómo se hacen mapas mentales, una presentación en power point. También he dispuesto la clase en grupos de cooperativo con sus respectivos cargos, a ver si avanzan en el trabajo y si mejoran sus relaciones. También voy a mandar a las familias una foto de la explicación del día a través de una plataforma que tenemos en el centro.
                Ya algunos alumnos/as me han mandado sus trabajos, mapas mentales con la temática de lo que a ellos le importa; un Prezi y un PPT de sus viajes, además de una presentación oral. Puedo decir que estoy contento con la disposición en grupo, hay que tener paciencia, pero ya saben que hay que repartir las tareas, que alguien debe de organizar y que el trabajo y el resultado es común. Las familias me han agradecido el que suba la foto, porque sus hijos/as, recuerdan mejor las explicaciones.






¡¡ESTOY FELIZ!!


viernes, 16 de noviembre de 2018

Tarea 4: Una acción que me comprometo a realizar. #EduEmocionalMooc.

Hay veces que se deja uno llevar por lo que le rodea, sin plantearse cambios...el típico, "esto se lleva haciendo así de siempre"...hace falta renovarme y dejar que me remuevan.
Es necesario que le dedique tiempo a los que me rodean, alumnado, familias, compañeros/as, hay cosas más importantes que se pierden en el maremágnum del día a día, del cumplir los contenidos, del explicar por necesidad.
Sé que el ser cuadriculado tiene sus ventajas, pero yo quiero ser más adaptable a las necesidades de mi entorno; pero además, y es lo importante, cada día.



jueves, 15 de noviembre de 2018

Tarea 3: Imagina la escuela ideal. #EduEmocionalMooc.

LA ESCUELA IDEAL.

Sería interesante un lugar donde "todos los caminos llevan a la escuela". Por eso he colocado esa foto de un lugar cualquiera, en una zona cualquiera de nuestra querida Tierra.
Una escuela en cada rincón, con lo que ello conlleva. Pero donde aprendiésemos por el camino, el espíritu crítico que luego nos hará falta para emprender nuestra vida en la sociedad, no quedarnos callados con las desigualdades, mirar con ojos curiosos; donde se fomente la escucha activa por parte de todos los componentes de la Comunidad Educativa, una escucha empática, que sea el comienzo del cambio; donde la parte afectiva sea importante, ni un alumno sin amigos, ni un alumno descontento, donde seamos capaces de estrechar lazos con las familias para resolver los conflictos del día a día.

Una escuela con corazón, desde el corazón y que nos haga crecer como personas.


Comparto un cartel de mi escuela:




Tarea 1: Mis razones. #EduEmocionalMooc



Nos presentan las siete habilidades para la vida que son:

Autoconciencia: La verdad es que creo que muchas veces me siento como un Kamikaze, sin saber si voy a ser capaz, "hace falta, vamos", pero, ¿y las consecuencias que puede traer? Creo que es muy importante el conocerse bien y saber cuáles son nuestros límites, por el bien de los que nos rodean.

Manejo de emociones y sentimientos:

Adaptabilidad: Muchas veces se ha dicho que el profesorado es no sólo un grupo de docentes, sino que ejercen más de una profesión en su labor diaria. Camaleones.

Optimismo:

Empatía: Saber ponerse en el lugar del otro, aceptar que hay situaciones que no dependen de uno y que no hay que ponerse el traje de "yo lo sé todo MAN". Comprender al que tenemos delante desde la humildad.

Escucha activa: Ser parte de la persona que tienes delante, escuchar desde el corazón y construir juntos un nuevo día o momento.

Comunicación eficaz:

Ya he explicado un poco la elección de cada una y cómo me ayudarían en mi labor docente, "Si me conozco, conozco al otro", "adaptarse conociendo los propios límites", "caminamos juntos en esto, alumnado, profesorado y familias, y cada uno es un mundo por conocer", "escuchar desde el corazón".

¿Qué son las habilidades para la vida? #EduEmocionalMooc



Hola, hola, holaaaaa...¡qué falta hace la escucha activa!, cada día que entro en clase me doy cuenta más. Entre los alumnos, de alumnado a profesorado y viceversa, entre los compañeros, con las familias. Primero escuchar y luego que sea activa. Lo que cuesta que te escuchen. Y sí, lo habréis escuchado mucho, pero es que todas las habilidades están muy relacionadas. ¡Ehhhhh!, ¿hay alguien ahí?, jejejejeje.

Un saludo, compis de grupo.

#EduEmocionalMooc





miércoles, 14 de noviembre de 2018

Maestro de Sueños. #EduEmocionalMooc

Hola, soy un maestro que da clase en el Colegio Calasancio Hispalense (Escolapios) de Sevilla. Me apasiona mi profesión e ir aprendiendo cuando puedo. Aunque, como nos pasa a todos, nuestro alumnado nos educa a diario. Soy un soñador empedernido, con los pies en la tierra y el corazón en la pasión del día a día.

 #EduEmocionalMooc


Diplomas. #TeachersPRO



TEXTO COLECTIVO (Salar de Uyuni, Bolivia)

En esta primera fase se recogen todos los escritos e ideas del alumnado.


VIAJE AL SALAR DE UYUNI.

¡Noticias Tele 5! Vamos a contar lo que ha sucedido en Potosí.
Estábamos en la clase. El profesor dijo que nos íbamos todos de excursión. Los niños gritando de la ilusión. Al día siguiente todos los niños con el profesor nos montamos en el avión. Después cuando llegó todos salieron del avión y se pusieron en el autobús y salieron tranquilos.
Pero cuando el conductor vio una isla se fue del eje y se metió la rueda en unos de los ojos del Salar y se quedaron atracados y no podían seguir el ritmo. Los niños tenían miedo. No tenían teléfono ni nada. Salieron del autobús. Iban andando para ver si que había alguien o algún lugar dieron paseos y no había nadie. Tenían hambre. Por el día hacía un calor como el desierto y por la noche bastante frío.
Todos los niños muertos de hambre. Los profesores no podían aguantar más del calor del fío del hambre. Aunque el paisaje  fuera bonito, pero yo no sabía que pasaría eso. Sabía que iban a morir. No sabían qué hacer. Se daban cuenta de que no iban a salir de ese lugar. Y los niños con las uñas raspando la sal del suelo. Todo el día con la sal en la boca. Tenían sed, no tenían agua y murieron.
Terminamos las noticias supertristes. Pero eso es lo que pasó en realidad. Bueno mañana nos vemos otra vez en las noticias de Tele 5.     (E.S. S)
En el verano de 1970 salimos a hacer una ruta por el Salar de Bolivia.
Cogimos un avión hacia Bolivia. Después de un viaje en avión llegaron a Bolivia. Allí cogimos un  autocar y teníamos que llegar a Uyuni. Llegamos y empezamos a ir por las huellas de otros coches por donde teníamos que ir. Hasta que nos fuimos por otro lado a ver una pequeña isla. Y de repente yo iba con mi amigo y escucho ¡plas!, y se movió el autocar y todos alterados y preocupados, preguntándonos qué había pasado.
Nos dijeron que había ocurrido un fallo en la rueda del autocar y al rato se rompió. Empezamos todos a preocuparnos y a preguntarnos si íbamos a salir vivos de allí. Y se lo preguntábamos a la profesora Carmen y nos decía que no lo sabía. Y empezó a acabarse la comida y el agua. Hasta que se pasó un día y ya estaban todos llorando. Yo pensaba en mi familia y mi gente rezaba todos los días y por mí. Pero cada día teníamos fuerza y notábamos todos que íbamos a morir. Veíamos que los otros también. (F.J.G.B)
Estábamos muy contentos de ir a esa excursión. Como siempre voy a meter todo en la mochila, voy a meter un montón de cosas. Mañana es la excursión y nos vamos. Primero cogemos un avión hasta Bolivia y cuando llegamos al Salar de Uyuni, nos fuimos en autobús y vimos una casa muy grande.
Yo iba sentada con mi mejor amiga. , de repente el coche se para, parece que hemos pinchado cuando el conductor nos dice que estamos en un cráter de sal y que no podemos salir. Nos asustamos mucho. Dos chicos se fueron a buscar a alguien pero del frío por la noche del calor por la mañana y no teníamos mucha comida y nos morimos.
¡Antena 3 noticias! Unos chavales y chavalas han muerto porque el conductor se salió de las huellas de los otros conductores y han muerto. (M.M.M)
Estábamos superilusionados por salir de excursión y ver esa maravilla de paisaje y salimos del colegio, nos recogió el autobús. Íbamos con May, Carmen y Elena de profesoras.
Cuando lo vieron nos quedamos impresionados y a los días de estar en el autobús, vieron como una isla superbonita a lo lejos y nos fuimos a acercarnos. Ya cuando estábamos más cerca de la isla, la rueda del autobús se metió en un ojo y se rompió el eje y ya no se podía hacer nada.
Intentaron andar y no llegaron muy lejos. Sentíamos mucho miedo porque no sabíamos dónde estábamos, cómo salir y nadie nos veía. Yo iba con mi mejor amiga y nos lo estábamos pasando muy bien hasta que ocurrió. Estábamos llorando porque nadie nos iba a encontrar y unos días después, cuando no llegamos, la gente se empezó a dar cuenta de que habíamos desaparecido. Mandaron al ejército, a los guías y a todo lo que fuera para encontrarnos.
Y cuando ya se me acabó la esperanza de ver a mi familia, a mi hermano, a mis padres, a mi abuela, ya no había regreso, no había comida, no había nada. Intenté arrastrarme con mi mejor amiga, pero no llegamos muy lejos. No lo conseguimos. Estábamos deshidratadas y nos morimos todos. No podíamos con el calor, sin agua, sin comida, sin nada y cuando nos encontraron ya estábamos todos muertos con las uñas gastadas para ver si podíamos salir de allí, pero no. Cuando nos vieron ya era demasiado tarde. (C.F.R.)
Cuando íbamos en el autobús, todos mis amigos, los de la clase, todos ya estábamos cansados del autobús, pero ya estábamos en el Salar de Uyuni. Uno de nosotros gritó, ¡ya estamos chicos! Todos con mucha alegría en el autobús y cuando menos nos lo esperábamos, la rueda del autobús se metió en uno de los ojos del Salar.
Teníamos mucho miedo y ya no teníamos agua, ni comida y los profesores como: Indalecio, Elena, Juanjo y Carmen, nos decían: ¡No tengáis miedo porque nosotros salimos sanos y salvos! Pero yo estaba con mi mejor amigo Francisco y los dos no paramos de tiritar y de pasar hambre. Cada vez, nos sentíamos menos los pies, las uñas las teníamos muy largas. Nos sentíamos muy mal porque nos dolía la cabeza, barriga y teníamos todo el cuerpo con heridas. Ya sólo quedaban algunos niños y niñas, ya estaban casi falleciendo. Y yo y Fran tiramos la toalla porque no podíamos ni caminar ni nada. Ya todo el mundo tirado en el suelo y mal que nos sentíamos queríamos que todo pasara. Empezábamos a arrastrarnos con las uñas, pero no pudimos y fallecimos. Nos sentimos muy mal porque ver mis compañeros fallecer es muy mal.
(P.L.F)
En el verano de 1970 mi clase y yo íbamos a ir de excursión al Salar de Uyuni. Quedaban dos días para irnos y todos estábamos nerviosos el día antes de irme a Potosí al Salar de Uyuni. Cuando esa mañana a las ocho y media salí de mi casa, iba nervioso, pero lo peor estaba por llegar.
Cuando íbamos en la mitad del camino yo me puse más contento mientras iba hablando con mi mejor amiga. De momento sentimos una sensación muy extraña al autobús escolar donde los 20 de mi clase íbamos junto a mi profesora y mi profesor de apoyo por las tardes iba con él. El autobús se puso a chillar y a llorar todo el mundo. Fue toda una angustia el verse así, en ese momento, en el que  no había teléfonos, ni nada en esa época todo fue muchísimo el miedo el que se pasó. Todo el mundo tenía quemaduras en la piel y estaba llorando gritando y asfixiado.
Toda esa situación fue muy complicada. Todo esto ocurrió en un verano de los años 70. Esperamos que esto ya no pase más. Entiendo la situación que debieron de pasar. Esperemos que esto ya no pase nunca más. (P.M.P)
El año 1979. Mi clase íbamos de excursión al Salar de Uyuni. Teníamos muchísima ilusión. Al día siguiente estábamos montando en el autobús con Javier. Era un paisaje inmenso, estábamos impacientes por llegar al sitio.
Cuando de repente el autobús se salió del camino de ruedas y cayó en el ojo del… (J.G.)
Hoy vamos al Salar de Bolivia, tengo muchas ganas de llegar con mis amigos y el profesor de sociales.
Entramos al autobús y me pongo de pareja con Gamero. Arranca el autobús y esto es impresionante de grande. Mi compañero me dice que esto está todo de sal, pero al principio no me lo creía. Yo estaba alucinado y me parecía raro que no se partiese la sal y caernos al agua.
De repente se escucha al profesor un poco alterado y empezamos todos a sentir un poco de pánico. De repente el profesor dice que nos hemos perdido y decidimos ir a una isla que se ve a lo lejos.
Mi compañero me cuenta muchas cosas del Salar y me que do más impresionado. De repente al autobús le ha pasado algo. Hay unos cuantos con sangre del impacto. Cuando bajamos vemos que la rueda se ha metido en un agujero. El conductor estaba medio muerto al chocar con el cristal.
Paco dijo: ¡No hay nada que hacer, vamos a morir todos! Ahí a todos les dio mucho pánico. Llevábamos una cantimplora cada uno y a algunos se les acabó el agua en la primera noche. Al despertarnos nos encontramos con tres muertos y todos estábamos muy tristes. Al terminar la noche, el profesor ha muerto de una insolación. Hemos tirado la toalla. Sabemos que vamos a morir todos.
Al segundo día quedamos 10 niños y se ha acabado el agua y decidimos andar a ver si hay suerte. Me acuerdo de mi familia y empiezo a llorar. De repente se empiezan a desmayarse y decidimos mi compañero Gamero y Paco seguir solos por la noche. No podemos más. Nos caemos. Intentamos arrastrarnos pero empiezo a desmayarme. Sabía que iba a morir al instante y me acordé de mi familia. (D.S.H)
Una clase de 1º A decidieron ir al Salar de Bolivia porque su tutora Carmen, les enseñó muchas fotos de aquello. Llevaron mucha agua y comida. Cuando fueron iban por el avión hasta llegar a Bolivia. Allí fuimos al Salar en autobús.
Era todo muy bonito pero por un momento dejó de serlo. El chófer del autobús dijo que nos desviáramos a ver otro lado que nadie lo haya visto. Una de las veces vimos un ojo, pero lo esquivó. El segundo la rueda se metió dentro del ojo. Todos mirando al chófer. Y dijo, ¡salir!, pero ya no había marcha atrás. Todos intentando salir del autobús. Nadie podía salir. La primera noche todos sentíamos fuego por el cuerpo de la sal. La segunda ya no pudimos hacer nada. Fallecimos todos, desgarrados y pensando en nuestra familia. (A.B.G)

Vamos descartando las ideas o párrafos que se repiten.



VIAJE AL SALAR DE UYUNI 2.

Vamos a contar lo que ha sucedido en Potosí.
Estábamos en la clase. El profesor dijo que nos íbamos todos de excursión. Al día siguiente todos los niños con el profesor nos montamos en el avión.
Pero cuando el conductor vio una isla se fue del eje y se metió la rueda en unos de los ojos del Salar y se quedaron atracados y no podían seguir el ritmo. No tenían teléfono ni nada. Salieron del autobús. Iban andando para ver si que había alguien o algún lugar dieron paseos y no había nadie. Tenían hambre. Por el día hacía un calor como el desierto y por la noche bastante frío.
Todos los niños muertos de hambre. Los profesores no podían aguantar más del calor del fío del hambre. Aunque el paisaje  fuera bonito, pero yo no sabía que pasaría eso. Sabía que iban a morir. No sabían qué hacer. Se daban cuenta de que no iban a salir de ese lugar. Y los niños con las uñas raspando la sal del suelo. Todo el día con la sal en la boca. Tenían sed, no tenían agua y murieron.
Terminamos las noticias supertristes. Pero eso es lo que pasó en realidad. Bueno mañana nos vemos otra vez en las noticias de.     (E.S. S)
En el verano de 1970 salimos a hacer una ruta por el Salar de Bolivia.
Allí cogimos un  autocar y teníamos que llegar a Uyuni. Llegamos y empezamos a ir por las huellas de otros coches por donde teníamos que ir. Hasta que nos fuimos por otro lado a ver una pequeña isla. Y de repente yo iba con mi amigo y escucho ¡plas!, y se movió el autocar y todos alterados y preocupados, preguntándonos qué había pasado.
Empezamos todos a preocuparnos y a preguntarnos si íbamos a salir vivos de allí. Y se lo preguntábamos a la profesora Carmen y nos decía que no lo sabía. Y empezó a acabarse la comida y el agua. Hasta que se pasó un día y ya estaban todos llorando. Yo pensaba en mi familia y mi gente rezaba todos los días y por mí. Pero cada día teníamos menos fuerzas y notábamos todos que íbamos a morir. Veíamos que los otros también. (F.J.G.B)
Estábamos muy contentos de ir a esa excursión. Como siempre voy a meter todo en la mochila, voy a meter un montón de cosas. Mañana es la excursión y nos vamos. Vimos una casa muy grande.
Yo iba sentada con mi mejor amiga. , de repente el coche se para, el conductor nos dice que estamos y que no podemos salir. Nos asustamos mucho. Dos chicos se fueron a buscar a alguien.
¡Antena 3 noticias! Unos chavales y chavalas han muerto porque el conductor se salió de las huellas de los otros conductores y han muerto. (M.M.M)
Estábamos superilusionados por salir de excursión y ver esa maravilla de paisaje y salimos del colegio, nos recogió el autobús. Íbamos con May, y Elena de profesoras.
Cuando lo vieron nos quedamos impresionados y a los días de estar en el autobús, y ya no se podía hacer nada.
Intentaron andar y no llegaron muy lejos. Sentíamos mucho miedo porque no sabíamos dónde estábamos, cómo salir y nadie nos veía. Yo iba con mi mejor amiga y nos lo estábamos pasando muy bien hasta que ocurrió. Estábamos llorando porque nadie nos iba a encontrar y unos días después, cuando no llegamos, la gente se empezó a dar cuenta de que habíamos desaparecido. Mandaron al ejército, a los guías y a todo lo que fuera para encontrarnos.
Y cuando ya se me acabó la esperanza de ver a mi familia, a mi hermano, a mis padres, a mi abuela, ya no había regreso, no había nada. Intenté arrastrarme con mi mejor amiga, pero no llegamos muy lejos. No lo conseguimos. Estábamos deshidratadas, con las uñas gastadas para ver si podíamos salir de allí, pero no. Cuando nos vieron ya era demasiado tarde. (C.F.R.)
Cansados del autobús. Uno de nosotros gritó, ¡ya estamos chicos!
Los profesores como: Indalecio, Elena, Juanjo, nos decían: ¡No tengáis miedo porque nosotros salimos sanos y salvos! Pero yo estaba con mi mejor amigo Francisco y los dos no paramos de tiritar y de pasar hambre. Cada vez, nos sentíamos menos los pies. Nos sentíamos muy mal porque nos dolía la cabeza, barriga y teníamos todo el cuerpo con heridas. Ya sólo quedaban algunos niños y niñas, ya estaban casi falleciendo. Y yo y Fran tiramos la toalla. Ya todo el mundo tirado en el suelo y mal que nos sentíamos queríamos que todo pasara. Nos sentimos muy mal porque ver mis compañeros fallecer es muy mal.
(P.L.F)
Quedaban dos días para irnos y todos estábamos nerviosos. Cuando esa mañana a las ocho y media salí de mi casa, iba nervioso, pero lo peor estaba por llegar.
El autobús se puso a chillar y a llorar todo el mundo. Fue toda una angustia el verse así, en ese momento, en el que  no había teléfonos, ni nada en esa época. Todo el mundo tenía quemaduras en la piel y estaba llorando gritando y asfixiado.
Toda esa situación fue muy complicada. Esperamos que esto ya no pase más. Entiendo la situación que debieron de pasar. (P.M.P)
Con Javier. Era un paisaje inmenso, estábamos impacientes por llegar al sitio.
(J.G.)
El profesor de sociales.
Entramos al autobús y me pongo de pareja con Gamero. Mi compañero me dice que esto está todo de sal, pero al principio no me lo creía. Yo estaba alucinado y me parecía raro que no se partiese la sal y caernos al agua.
De repente se escucha al profesor un poco alterado. De repente el profesor dice que nos hemos perdido.
Mi compañero me cuenta muchas cosas del Salar y me que do más impresionado. Hay unos cuantos con sangre del impacto. El conductor estaba medio muerto al chocar con el cristal.
Paco dijo: ¡No hay nada que hacer, vamos a morir todos! Llevábamos una cantimplora cada uno y a algunos se les acabó el agua en la primera noche. Al despertarnos nos encontramos con tres muertos y todos estábamos muy tristes. Al terminar la noche, el profesor ha muerto de una insolación. Sabemos que vamos a morir todos.
Al segundo día quedamos 10 niños. No podemos más. Nos caemos. Intentamos arrastrarnos pero empiezo a desmayarme. (D.S.H)
Les enseñó muchas fotos de aquello. Llevaron mucha agua y comida.
Era todo muy bonito pero por un momento dejó de serlo. El chófer del autobús dijo que nos desviáramos a ver otro lado que nadie haya visto. Una de las veces vimos un ojo del Salar, pero lo esquivó. Y dijo, ¡salir!, pero ya no había marcha atrás. Todos intentando salir del autobús. Nadie podía salir. La primera noche todos sentíamos fuego por el cuerpo de la sal. La segunda ya no pudimos hacer nada. Fallecimos todos, desgarrados y pensando en nuestra familia. (A.B.G)

Agrupamos las ideas por temas e introducimos algunos que creemos conveniente para estructurar mejor el texto.

VIAJE AL SALAR DE UYUNI 3.

NOTICIAS:
Vamos a contar lo que ha sucedido en Potosí. Terminamos las noticias supertristes. Pero eso es lo que pasó en realidad. Bueno mañana nos vemos otra vez en las noticias de. ¡Antena 3 noticias! Unos chavales y chavalas han muerto porque el conductor se salió de las huellas de los otros conductores y han muerto. Toda esa situación fue muy complicada. Esperamos que esto ya no pase más. Entiendo la situación que debieron de pasar.
PREPARATIVOS:
Estábamos en la clase. El profesor dijo que nos íbamos todos de excursión. Estábamos muy contentos de ir a esa excursión. Como siempre voy a meter todo en la mochila, voy a meter un montón de cosas. Mañana es la excursión y nos vamos. Estábamos superilusionados por salir de excursión,  salimos del colegio, nos recogió el autobús. Íbamos con May, y Elena de profesoras. Quedaban dos días para irnos y todos estábamos nerviosos. Cuando esa mañana a las ocho y media salí de mi casa, iba nervioso, pero lo peor estaba por llegar. Estábamos impacientes por llegar al sitio. El profesor de sociales. Les enseñó muchas fotos de aquello. Llevaron mucha agua y comida.
VIAJE:
Al día siguiente todos los niños con el profesor nos montamos en el avión. En el verano de 1970 salimos a hacer una ruta por el Salar de Bolivia.
Aeropuerto: no atendía, avión retrasado, sev-mad-bol-La paz, roban, detector de metales, olvido mochila, turbulencias, presión-oídos-mareos, nubes, comida del avión.
LLEGADA AL SALAR:
AUTOBÚS-SALAR:
Allí cogimos un  autocar y teníamos que llegar a Uyuni. Cansados del autobús. Uno de nosotros gritó, ¡ya estamos chicos!
PAISAJE:
Pero cuando el conductor vio una isla. Aunque el paisaje  fuera bonito, pero yo no sabía que pasaría eso. Llegamos y empezamos a ir por las huellas de otros coches por donde teníamos que ir. Hasta que nos fuimos por otro lado a ver una pequeña isla. Vimos una casa muy grande. y ver esa maravilla de paisaje. Cuando lo vieron nos quedamos impresionados. Era un paisaje inmenso. Entramos al autobús y me pongo de pareja con Gamero. Mi compañero me dice que esto está todo de sal, pero al principio no me lo creía. Yo estaba alucinado y me parecía raro que no se partiese la sal y caernos al agua. Mi compañero me cuenta muchas cosas del Salar y me quedo más impresionado. Era todo muy bonito pero por un momento dejó de serlo. El chófer del autobús dijo que nos desviáramos a ver otro lado que nadie haya visto. Una de las veces vimos un ojo del Salar, pero lo esquivó.

ACCIDENTE:
Se fue del eje y se metió la rueda en unos de los ojos del Salar y se quedaron atracados y no podían seguir el ritmo. Y de repente yo iba con mi amigo y escucho ¡plas!, y se movió el autocar y todos alterados y preocupados, preguntándonos qué había pasado. Yo iba sentada con mi mejor amiga. , de repente el coche se para, el conductor nos dice que estamos y que no podemos salir. Nos asustamos mucho. Yo iba con mi mejor amiga y nos lo estábamos pasando muy bien hasta que ocurrió. El autobús se puso a chillar y a llorar todo el mundo. Fue toda una angustia el verse así, en ese momento, en el que  no había teléfonos, ni nada en esa época. De repente se escucha al profesor un poco alterado. De repente el profesor dice que nos hemos perdido. Hay unos cuantos con sangre del impacto. El conductor estaba medio muerto al chocar con el cristal. Y dijo, ¡salir!, pero ya no había marcha atrás. Todos intentando salir del autobús. Nadie podía salir.
RECURSOS:
Y empezó a acabarse la comida y el agua. Llevábamos una cantimplora cada uno y a algunos se les acabó el agua en la primera noche. Tenían sed, no tenían agua.
SUPERVIVENCIA:
No tenían teléfono ni nada. Salieron del autobús. Iban andando para ver si que había alguien o algún lugar dieron paseos y no había nadie. Tenían hambre. Por el día hacía un calor como el desierto y por la noche bastante frío. Todos los niños muertos de hambre. Los profesores no podían aguantar más del calor del frío del hambre. Sabía que iban a morir. No sabían qué hacer. Se daban cuenta de que no iban a salir de ese lugar. Y los niños con las uñas raspando la sal del suelo. Todo el día con la sal en la boca. Empezamos todos a preocuparnos y a preguntarnos si íbamos a salir vivos de allí. Y se lo preguntábamos a la profesora Carmen y nos decía que no lo sabía. Dos chicos se fueron a buscar a alguien. a los días de estar en el autobús, y ya no se podía hacer nada. Intentaron andar y no llegaron muy lejos. Sentíamos mucho miedo porque no sabíamos dónde estábamos, cómo salir y nadie nos veía. Estábamos llorando porque nadie nos iba a encontrar y unos días después, cuando no llegamos, la gente se empezó a dar cuenta de que habíamos desaparecido. Mandaron al ejército, a los guías y a todo lo que fuera para encontrarnos. Y cuando ya se me acabó la esperanza de ver a mi familia, a mi hermano, a mis padres, a mi abuela, ya no había regreso, no había nada. Intenté arrastrarme con mi mejor amiga, pero no llegamos muy lejos. No lo conseguimos. Estábamos deshidratadas, con las uñas gastadas para ver si podíamos salir de allí, pero no. Los profesores como: Indalecio, Elena, Juanjo, nos decían: ¡No tengáis miedo porque nosotros salimos sanos y salvos! Pero yo estaba con mi mejor amigo Francisco y los dos no paramos de tiritar y de pasar hambre. Cada vez, nos sentíamos menos los pies. Nos sentíamos muy mal porque nos dolía la cabeza, barriga y teníamos todo el cuerpo con heridas. Todo el mundo tenía quemaduras en la piel y estaba llorando gritando y asfixiado.  Paco dijo: ¡No hay nada que hacer, vamos a morir todos! Al segundo día quedamos 10 niños. No podemos más. Nos caemos. Intentamos arrastrarnos pero empiezo a desmayarme. . La primera noche todos sentíamos fuego por el cuerpo de la sal. La segunda ya no pudimos hacer nada.


MUERTE:
Tenían sed, no tenían agua y murieron. Hasta que se pasó un día y ya estaban todos llorando. Yo pensaba en mi familia y mi gente rezaba todos los días y por mí. Pero cada día teníamos menos fuerzas y notábamos todos que íbamos a morir. Veíamos que los otros también. Cuando nos vieron ya era demasiado tarde. Ya sólo quedaban algunos niños y niñas, ya estaban casi falleciendo. Y yo y Fran tiramos la toalla. Ya todo el mundo tirado en el suelo y mal que nos sentíamos queríamos que todo pasara. Nos sentimos muy mal porque ver mis compañeros fallecer es muy mal. Al despertarnos nos encontramos con tres muertos y todos estábamos muy tristes. Al terminar la noche, el profesor ha muerto de una insolación. Sabemos que vamos a morir todos. Fallecimos todos, desgarrados y pensando en nuestra familia.

Sólo algunos retoques más y casi terminado. Se revisa la expresión, se embellece, se enriquece con recursos literarios, se sigue puliendo el lenguaje.

VIAJE AL SALAR DE UYUNI 4.
NOTICIAS:
Vamos a contar lo que ha sucedido en Potosí. ! Unos chavales y chavalas han muerto porque el conductor se salió de las huellas de los otros conductores. Pero eso es lo que pasó en realidad. Toda esa situación fue muy complicada. Esperamos que esto ya no pase más. Entendemos la situación que debieron de pasar. Bueno mañana nos vemos otra vez en las noticias de. ¡Antena 3 noticias! Terminamos las noticias supertristes.
PREPARATIVOS:
Quedaban dos días para irnos y todos estábamos nerviosos. Estábamos en la clase. El profesor dijo que nos íbamos todos de excursión. Como siempre voy a meter todo en la mochila. Mañana es la excursión y nos vamos. Salimos del colegio, nos recogió el autobús. Íbamos con May, y Elena de profesoras. Cuando esa mañana a las ocho y media salí de mi casa, iba nervioso. Estábamos impacientes por llegar al sitio. El profesor de sociales. Les enseñó muchas fotos de aquello. Llevaron mucha agua y comida.
VIAJE:
En el verano de 1970 salimos a hacer una ruta por el Salar de Bolivia. Al día siguiente todos los niños con el profesor nos montamos en el avión.
Aeropuerto: no atendía, avión retrasado, sev-mad-bol-La paz, roban, detector de metales, olvido mochila, turbulencias, presión-oídos-mareos, nubes, comida del avión.
LLEGADA AL SALAR: Llegamos al Salar, descargamos las maletas y nos fuimos al hotel.
AUTOBÚS-SALAR:
Allí cogimos un  autocar y teníamos que llegar a Uyuni. Uno de nosotros gritó, ¡ya estamos chicos!
PAISAJE:
Pero cuando el conductor vio una isla. Aunque el paisaje  fuera bonito, pero yo no sabía que pasaría eso. Llegamos y empezamos a ir por las huellas de otros coches por donde teníamos que ir. Y ver esa maravilla de paisaje. Cuando lo vieron nos quedamos impresionados. Entramos al autobús y me pongo de pareja con Gamero. Mi compañero me dice que esto está todo de sal, pero al principio no me lo creía. Yo estaba alucinado y me parecía raro que no se partiese la sal y caernos al agua. Mi compañero me cuenta muchas cosas del Salar y me quedo más impresionado. Era todo muy bonito pero por un momento dejó de serlo. El chófer del autobús dijo que nos desviáramos a ver otro lado que nadie haya visto. Una de las veces vimos un ojo del Salar, pero lo esquivó.
ACCIDENTE:
Se fue del eje y se metió la rueda en unos de los ojos del Salar y se quedaron atracados y no podían seguir el ritmo. Y de repente yo iba con mi amigo y escucho ¡plas!, y se movió el autocar y todos alterados y preocupados, preguntándonos qué había pasado. Yo iba sentada, de repente se para, el conductor nos dice que estamos y que no podemos salir. Nos asustamos mucho. Yo iba con mi mejor amiga y nos lo estábamos pasando muy bien hasta que ocurrió. El autobús se puso a chillar y a llorar todo el mundo. Fue toda una angustia el verse así, en ese momento, en el que  no había teléfonos, ni nada en esa época. De repente se escucha al profesor un poco alterado. De repente el profesor dice que nos hemos perdido. Hay unos cuantos con sangre del impacto. El conductor estaba medio muerto al chocar con el cristal. Y dijo, ¡salir!, pero ya no había marcha atrás. Todos intentando salir del autobús. Nadie podía salir.
RECURSOS:
Y empezó a acabarse la comida y el agua. Llevábamos una cantimplora cada uno y a algunos se les acabó el agua en la primera noche.
SUPERVIVENCIA:
Dos chicos se fueron a buscar a alguien. a los días de estar en el autobús, y ya no se podía hacer nada. Intentaron andar y no llegaron muy lejos. Sentíamos mucho miedo porque no sabíamos dónde estábamos, cómo salir y nadie nos veía. Estábamos llorando porque nadie nos iba a encontrar y unos días después, cuando no llegamos, la gente se empezó a dar cuenta de que habíamos desaparecido. Algún lugar, dieron paseos y no había nadie. Por el día hacía calor como en el desierto y por la noche bastante frío. Todos los niños muertos de hambre. Los profesores no podían aguantar más el calor, el frío y el hambre. Sabían que iban a morir. No sabían qué hacer. Se daban cuenta de que no iban a salir de ese lugar. Y los niños con las uñas raspando la sal del suelo. Todo el día con la sal en la boca. Empezamos todos a preocuparnos y a preguntarnos si íbamos a salir vivos de allí. Y se lo preguntábamos a la profesora Carmen y nos decía que no lo sabía. Mandaron al ejército, a los guías y a todo lo que fuera para encontrarnos. No lo conseguimos. Estábamos deshidratados. La profesora nos decía: ¡No tengáis miedo porque nosotros salimos sanos y salvos! No paramos de tiritar y de pasar hambre. Sentíamos menos los pies. Nos sentíamos muy mal porque nos dolía la cabeza, la barriga y teníamos todo el cuerpo con heridas. Todo el mundo tenía quemaduras en la piel y estaba llorando gritando y asfixiado.  Alguien dijo: ¡No hay nada que hacer, vamos a morir todos! Al segundo día quedamos 10 niños. No podemos más. Nos caemos. Intentamos arrastrarnos nos desmayamos. La primera noche todos sentíamos fuego en el cuerpo por la sal. La segunda ya no pudimos hacer nada. Y cuando ya se acabó la esperanza de ver a la familia, ya no había regreso, no había nada.
MUERTE:
Tenían sed, no tenían agua y murieron. Hasta que se pasó un día y ya estaban todos llorando. Mi gente rezaba todos los días  por mí. Pero cada día teníamos menos fuerzas y notábamos todos que íbamos a morir. Veíamos que los otros también. Cuando nos vieron ya era demasiado tarde. Ya sólo quedaban algunos niños y niñas, ya estaban casi falleciendo. Tiramos la toalla. Nos sentíamos mal y por ver  a nuestros compañeros fallecer, queríamos que todo pasara. Al despertarnos nos encontramos con tres muertos y todos estábamos muy tristes. Al terminar la noche, el profesor ha muerto de una insolación. Sabemos que vamos a morir todos. Fallecimos todos, desgarrados.