La agenda emocional:
Hace tiempo vi una película que se desarrollaba en un internado. Cada día, al comenzar la jornada, los internos e internas, expresaban cómo se sentían con colores.
Este me llevó a aplicarlo en el aula, de la siguiente manera:
La clase estaba dividida en grupos. En cada grupo nombré un "Sanador/a". Mis alumnos al llegar a clase se encontraban una cartulina con una tabla que tenía una doble entrada, por un lado sus nombres y por otro los días de ese mes.
El "Sanador/a" preguntaba cada día al llegar cómo estaban y ellos lo expresaban con un color, rojo, amarillo o verde, y rellenaban la casilla correspondiente a ese día. Al momento se generaba la dinámica de preguntar la causa de su estado de ánimo.
AÑOS DESPUÉS, TODAVÍA SEGUÍAN RECORDANDO ESA DINÁMICA.
Museo emocional:
Como variante, quizás después de hacerlo en individual, parejas, grupos...la propuesta sería hacer una escultura de la clase. Sería muy significativa, ¿quién se queda apartado/a?¿quién está en el centro?¿quién no está conforme con el resultado y por qué?¿quién habría hecho otra y cuál sería?¿quién cada vez que se hace un grupo escultórico nuevo, caen al lado?¿quién estaba cerca el otro día de alguna persona y ahora está lejos?¿qué caras tienen?¿qué me dice cada una de sus partes del cuerpo?
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